> Arcanum VI: El ensueño

lunes, 23 de julio de 2012

El ensueño

El ensueño
      
      Por Diego Bang Bang
       
      -¿Te ha pasado?
      -¿Qué?
      - El ensueño ese en el que ya no sientes cansancio.
      - ¿Cómo estar despierto en un sueño o soñando despierto?
      - Más como lo segundo, creo. Aunque no sabría decirte con exactitud cual binomio se acerca más.
      - Creo que sí. ¿Por qué?   
      - Me parece el estado idóneo para muchas cosas.
      -¿Ah, sí? ¿Cómo qué?
      -Para polvear. En ambas acepciones. Para imaginar.
      -Sí, claro. No todo se refiere a drogas. A veces me cansas con esa palabrería tuya acerca de volverse mierda todo el tiempo… Y ahora que lo pienso… comienzo a hartarme también de todo tú.
      -Tranquilo. Bueno… olvidemos ese lado. También para decir verdades o netas inesperadas es bueno ese ensueño.
      -Supongo… no me ha pasado.
      -Mira, en algún punto dejas de tener eso que llaman pudor o buenas maneras. Es como cuando tienes sexo y de alguna forma algo se rompe y puedes decir cosas sucias.
      -Y no sólo decirlas…
      -A veces lo bueno es decirlas mientras se hace alguna otra cosa. Como coger de perrito y decir que lo quieres hacer otra vez pero en el cuarto de sus padres.
      -Sí, a veces el hecho definitorio se encuentra en lo que se diga en el acto.
      -A mí me gusta preguntar después del acto si les gustó o no o si quieren más…
      -Pero sí tienes razón en eso de romper con las formalidades, aunque tú les dijiste de otra manera. Lo identifico de alguna manera con la confianza, pero…
      -Sí tiene que ver. La confianza. Aunque ya es desviarse un poco… El punto era el ensueño como el estado idóneo para imaginar o hilvanar el pensamiento.
      -Aún no te cacho del todo.
      -Pues sí… recuerdo mucho una fiesta que en realidad fue muchas fiestas. Llegó un momento en el que un par de amigos y yo habíamos dejado de dormir durante cerca de 50 horas. Ya te imaginarás. Había momentos en los que todo pasaba muy lento. Sobre todo, las llamadas funciones motoras.
      -Me imagino.
      -La fiesta siguió: una canción tras otra canción tras otra… Risas por todos lados, los encerrados en el baño y en los cuartos. Los que se sienten volar en los balcones.
      -Los que se sientan en el piso a lamerse las heridas.
      -¡Hey! Empiezan a hartarme un tanto tus pretensiones literarias… Bueno, el caso es que pasó mucho tiempo y pareció poco o a mí me lo pareció. Y hubo un momento en que alguien al otro lado del cuarto prendió un encendedor…
      -Se hizo la luz.
      -Y, con ese ensueño a cuestas, nosotros tres nos quedamos mirando. Sin previo acuerdo ni nada, nos quedamos en silencio. Pasó el tiempo. Unos pocos minutos que parecieron muchos más minutos._____________________________________________________________________.Después nos miramos y lo único que hicimos fue cagarnos de la risa y describir y describir el momento.  -Cada quien a su manera había imaginado, aunque me gusta más decir “visto” algo. ¿Lindo o terrible? ¿Promisorio o vil? No lo sé. Simplemente sé que vimos una luz en la oscuridad.
      -Un Rembrandt.
      - Algo así… Qué sé yo. Aún así, muy chingón.

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