> Arcanum VI: abril 2011

jueves, 14 de abril de 2011

When the music is over: agradecimiento con olor a pasado.


Por Ladybug.

Las invitaciones al retorno del alma perdida no sirven de nada, escuchar voces que incitan a la pretensión de acercarse al cielo no valen de mucho en un espíritu cuyas ganas de tocar las nubes con las manos y el cuerpo se han esfumado. When the music is over es preciso imaginar una nueva sinfonía o quizá, como en este caso, un concierto de recuerdos, nota tras nota, haciendo sinapsis en la mente que hasta ahora estaba apagada. Poner play de nuevo al disco, no sin antes un preludio que se compone de momentos: una mañana tibia con una revista esperando ser leída (dos espíritus que se encuentran), una tarde con una manzana esperando ser fumada (dos espíritus que se acercan), una hoja seca en otoño, esperando ser recogida (dos espíritus que se unen). La música siempre ha estado entre nosotros y este proceso de escritura, la primera vez, Sargent Peppers y la chica que quiere huir=volar ¿recuerdas? Quizá soy yo quien lo olvidé, olvidé las ansias de las líneas, el sosiego de un cigarro de mariguana y la alucinación de un LSD.
Es tarde y debería estar durmiendo, pero no se puede, sería injusto ¿sabes?, ¿acaso Sal dormía mientras Neal tocaba a su puerta? Cuando yo, debajo de las cobijas, intentaba descifrar cómo era el camino hacia la anhelada perla, pero ésta, sólo arde cuando escribo estas líneas, cuando pienso en ustedes y el soundtrack que nos ha acompañado, ahora puedo ver la película desde aquí, y veo que los amo, que aquel trébol son ustedes, somos nosotros.
“No importa”, dijiste y sabía que era verdad, de cualquier manera, quizá tú lector no existas y éstas sean palabras como polvo en el agua, ¡qué más da cambiar una hoja de papel vieja!; si buscas poesía no está aquí (pierdes tu tiempo leyendo), está allá afuera, ahí fue donde la encontré, en un vaso de pulque que festejaba tu cumpleaños B.B (como te haces llamar), está en la primera tarde que hablamos como verdaderos amigos, añorando los momentos al lado de la Luna. La poesía está en la vida y en la noche, es como el blues.
He vuelto a la poesía, que no a los versos. 5…4…3…2…1…estoy viviendo…5…4…3…2…1…estoy sonriendo…5…4…3…2…1…estoy escribiendo!
Gracias a la Luna que siempre anula mi temor y dudas.

domingo, 10 de abril de 2011

Métaforas VS el olvido

Cuando la música termina
Por radiAn Luna


Turn out the lights!
J. Morrison


… y cuando vuelvas a la poesía llenarás con gotas de lluvia todas las ventanas, ¿vendrás por mí? Será que nos encontraremos y nos conoceremos en los pasillos de otra Universidad desconocida y saltaremos en los charcos de luna de un espejo de agua distinto. Llegaremos a los columpios que te acercan al cielo, THC para eso, ¿recuerdas? Y(a) no cederemos ante la gravedad…

Nadie nos negara la entrada al libro de la luz y sombra, porque cuando vuelvas a la poesía seremos llaves negras, árboles creciendo, una ráfaga en bicicleta, un meteoro, una navaja picando unas líneas con esmero, ¿cuántas líneas he, cuántas líneas? No, no querrás unas cuantas líneas, mejor textos completos, ¡las obras completas de la Cocaína! Alas de ángel hechas polvo-polvo arcángel por las avenidas, nieve, hielo por todas las calles amarillas recorridas.

Otro intento… hay una sustancia en ti que pocos tienen, que ya no recuerdan o han expulsado de su cuerpo; un montón de letras, proxenetas relucientes. Una historia épica sobre el movimiento, el ardid de la noche, a veces la del Este al Oeste, luego la del Norte a nuestro Sur; todo el be-bop, todas las drogas, el amor como un revolver a punto de estrenarse en la sien, la velocidad y la muerte latente (igual que las mujeres, ¿no, Bang Bang?). Toda la saga del Salvador del Paraíso, la perla al final del camino en tus palabras esperando arder.

Un último intento… este texto está hecho de hojas caídas, levantadas con tus manos y guardadas en secreto; de una pareja dentro de luces rojas bailando un solo disfrutando de la pista, del espacio; de cuatro ingleses salidos de algún conjuro reinventando la música del Delta Negro, de la tristeza en los senderos; de saltos al vacio, persecución de perros desquiciados, búsqueda perpetua, acción, Poyésis_Poesía… Así que cuando vuelvas bajo tu cobija y leas en la noche con sólo una lamparita aquel libro, recuerda que cuando el disco se acabe lo único que conviene hacer es ponerle play de nuevo.