III
Por RadiAn Luna
Incendios..
El tiempo transcurre a lo largo de la caricia solar. Las nubes cargan
la mirada consintiendo lapsos permisibles para entrever el celeste
interminable, se encienden en tonos cálidos igual a los que usabas para
envolverte en verano, llamaradas de un cuadro impresionista en el pabellón más
apartado del museo de la ausencia, pasillos que, valga la contradicción,
recorrimos juntos. Blancas y poliformes, pasan y pasan sobre mi cabeza
dirigidas por el fantasma del viento, otro roce efímero, irreversible.
Permanezco de espalda al centro del planeta, cierro los ojos y ahí está,
lamiéndome los dedos de los pies, un animal ancestral que trata de despertarme…
…la lectura me dejó
inmerso en la historia de aquel detective chileno, voy por la mitad del enigma,
todo es muy nublado. Un libro más que olvidaste, o que le robé a tu hermano,
tal vez, no recuerdo bien como llegó a mis manos. Lo dejé sobre la mesa que
está cerca de la ventana mientras me preparaba un mate, costumbre que adquirí
por Estela y sus interminables visitas turísticas a mi vida; las páginas
comenzaron a agitarse rápidamente por el viento que entró y decidió leerlo de
una vez por todas, mientras yo bebía tranquilamente, mientras trataba de
percibir al lector invisible, el plan de viajar se reafirmó con aquel suceso.
Ansias por recorrerlo todo de una vez, igual que el viento con las 222 páginas
negras, de llegar hasta donde los rumores se acaban y sólo la voz interna
queda, el silencio o el aullido, alguno
te elije. Primero debes irte de la ciudad,
cada vez más descolorida, ¿no?, kilómetros de autopista te esperan, tú
defines como tomarlos hermano. Los paisajes serán diversos y complicados,
cerros superpoblados a la salida, luego llanuras y campos sin fin a los lados
del camino, al frente el cielo plagado de tormentas y anocheceres, mejor ir
bien despierto, de preferencia Howl o El fluir o puede ser Cure for
pain para el ocaso. El clima cambia en
las fronteras entre estados, cada vez más humedad, cada vez más cálido todo,
perderás líquidos, pero ganarás resistencia y templanza. La carretera se irá
mimetizando a senda poco transitada, a vereda apenas pronunciada, a línea sobre
un plano; en el punto de fuga el azul interminable, eso parecerá al principio,
cuando el mar te incinere,
…y la visión lirica
de un instante que se construye y se concretiza en las páginas centrales de un
libro que se oculta, aferrado a una clasificación única y determinante, es
tragada por las miles de millones de páginas de ese mar vertical de aquella
biblioteca, libros hechos marea que se (des)integran saturando opalino hasta
permitir claridad y espacio a una figura, pentagrama en el fondo, estrella de
mar llevada por el vaivén hirsuto de las olas… minerales resbalan por mi
lengua, mi brazo vuelve a la poesía, todos mis sentidos se abren al cerrarse el
día, en este otro final de playa, en este momento siamés, ¿un presagio o una
promesa?...
…si eso es lo que buscas amigo vas en la dirección correcta. Sabes que
sólo sucede en el Pacífico, sabes que sólo sucede si estás solo, Solitude
is bliss, Happiness is a warm gun vato, lo profundo que vayas y lo alto que
vueles, ¿recuerdas? Abre la mano, ya te indiqué el camino, pero sólo tú podrás
recorrerlo, micropuntos para eso. Toma, aquí tienes estos, tienen forma de estrella,
no los quemes todos al mismo tiempo, dales su momento, recuerda que la lucidez
llega, de igual forma la locura ronda y espera, como un B-side inseparable, y
las revelaciones son alimento. Le
llamé al Goteros para conseguir material para el viaje, consulté los horarios
de salida en la estación de autobuses y me dio mala espina, mejor pediré
prestado un auto. Tengo ganas de conducir hasta el fin del mundo. El viaje como
una sensación latente e inesperada toma forma en la mochila que lleno con lo
necesario, en la música que vivirá en las cavidades del carro, en el mate que
me llevaré para despertar, en la novela negra que seguiré leyendo en aquellos
lares, en dónde el enigma será revelado y tal vez recuerde si la robe o si la
olvidaste en mi mesa junto a la ventana…
…azul como no hay otro, el mar en esta Punta me
reclama como si supiera el significado de mi nombre, como si quisiera
integrarme de nuevo a las mareas y a los abismos en dónde surgió todo. Recuerdo el mar, soñé estar aquí y no
recuerdo despertar, todo viene en reversa, los recuerdos se retraen como en
esas viejas cintas magnéticas que teníamos que regresar para que los tracks
empezaran de nuevo; cúmulos y estratos avanzando hacia su origen, mis pies
volviendo sobre las huellas secándose, reintegrando las líneas de erosión de
playa, mi lengua devolviendo a mi mano una estrellita ámbar que guardo en una
cápsula de huevito sorpresa, Recuerdo el
mar, soñé estar aquí y no recuerdo despertar, el horizonte sale de mis ojos
para estamparse frente a mí abarcando 180 grados de lienzo, cada sonido del
enunciado que emití al ver aquel infinito regresa a mi boca como quien regresa
a su casa después de cada día, é-u-g-e-l-l-í-s-a_r-a-m-l-a-o-g-e-l-l-í-s-A.
Después de que la marea suba y el cielo se cierre totalmente en una cortina
gris, como el humo de un porro que se consume y se transforma en volutas
espirales, me iré de esta playa, antes de que me desvanezca en la arena y el
éter, justo antes de que el huracán que lleva tu nombre, gestándose en lo
liviano del océano, toque tierra firme.