> Arcanum VI: enero 2015

lunes, 26 de enero de 2015

Raina-Ariadna/2

Por Diego Bang Bang

Poseer. La ilusión de poseer. El verbo-fluido, líquido o, mejor aún, plasma. En eso pienso mientras muerdo tus nalgas. Mientras mis dedos se marcan en tu piel blanca. Un bello truco de magia. Mejor que cualquier tatuaje. Estar sin estar. Porque el sabor nunca es cicatriz y las verdaderas cicatrices se llevan en el alma.

Poseer. La ilusión de poseer. En algún momento pensamos que nos pertenecíamos. Pertenencia arcaica a manera de artesanía. Como esos hermosos cabellos muertos que guardo en la guantera del alma. O como los sueños donde la única estratagema es mordernos hasta sentir arcadas.

Poseer. La ilusión de poseer. No tengo miedo, pequeña Ariadna. Gigantesca Raina. El miedo es para los neófitos. Para esos que huyen del fuego y prefieren las algas. Aquí estoy con la temperatura alta. Fiebre de ti. Fiebre por ti. Listo a esperar mil años en lava. Hasta poder huir de mí, de ti, de todos...

Te regalo mis venas. Haz de mí lo que tengas por bien y también lo que tengas por mal. 

miércoles, 21 de enero de 2015

Raina-Ariadna

Por Diego Bang Bang

Justo en este momento pienso en no darme por vencido. En que, a fuerza de verdad necia y capricho maldito, no tengo miedo de aburrirme de ti porque sería aburrirme de mí. 

Y es entonces cuando la realidad se cierra y se vuelve un impasse con las mismas puertas y ventanas y las pequeñas luces parpadeantes que dicen stop.

Entonces los segundos de ese gran reloj de arena llamado amor, y más bien pasión, comienzan a desgranarse. Grano sobre grano: sabemos que es momento de voltear el tiempo en busca del ocho horizontal.

Pero este miedo no es de aburrimiento (eso ya ha pasado). Por el contrario, es miedo a nunca aburrime de ti y no poder salir nunca de ahí. ¡Oh, Raina-Ariadna! ¡Tengo un amor desquiciado por ti!

No tengo miedo a aburrirme de ti porque sería aburrirme de mí. Y tú eres la parte más hermosa de mí.

jueves, 1 de enero de 2015

Frijoles (Mexican Jumping)

Por Diego Bang Bang

María-Marie ya te había contado de 96 tears y de ? & the Mysterians, pero las joyas musicales chicanas no se agotan ahí. Hubo un tiempo, no sé si antes o después de los Red Hot Chili Peppers, en que Tijuana sonaba a frijoles en ignición. A frijoles en expansión que le provocaban pasajes desérticos visionarios a Speedy González. Tijuana como lugar de reunión de todas las alimañas de esa relación de yanqui-yonqui-dominador versus azteca-yonqui-dominado. Un enfrentamiento de lucha libre desigual, un enfrentamiento de lucha libre desigual de 130 años de desfase histórico. Por lo menos y según los cálculos de un historiador de apellido Meyer. (¿Por qué todos los historiadores son Meyer o Mayer en México, María-Marie?). Y esos frijoles como reunión de las alimañas méxicoamericanas y los sonidos funk profundamente negros. ¿Pero por qué te cuento esto, María-Marie? 

Porque, en algún punto, los chicanos se parecen más a los negros. Porque me imagino a un productor chicano con el mismo toque, ritmo y melodía que George Clinton al producir el Freaky Styley. Porque el Behind the music de los frijoles saltarines habría sido más sincero y con problemáticas de raza. Pero no eran blancos, sino chicanos. Y todos sabemos que la música chicana sólo se escucha en alguna parte de África. Y en alguna antesala del infierno. Porque no eran blancos, sino chicanos. Y todos los chicanos se van al infierno.