La música comienza... los dedos humedos apagan la luz de la vela y a jugar en la penumbra. Primera linea de bajo, besamos la mirada, la vertiginosa profundidad empalma en un riff abrazos y caricias. Una mordida en el cuello, succión en la escencia de manzana. La sombra de un violín abarca la habitación, nos envuelve la ternura de un chelo, el mar sabánico se prepara para la tempestad.
Estática, un día soleado, una noche bajo la ventanita de una casa de campaña en la azotea, un pérfume. Improvisamos con el ritmo, 4/4 en tus senos, 7/8 para palpar el espiral que se desvanece acuosamente en tu ombligo, acariciar tus vellos. Entre los muslos busco las constelaciones lunáricas, linea a linea por la flama que asoma de mi boca, aparecen. Y llego al misterio y al origen de la vida. Beso y sientes; siento el fascinante sabor a fruta cósmica, a relámpago. Entonces la banda sonora cesa de golpe, guarda un compás de respiro; la luz principia detras de tus ojos y se resuelven todas las incognitas que están bajo mi rostro.
El olfato y el gusto forman el plasma, la vista; la piel se funde y para los oídos un compás de silencio que antecede y adelanta un grito. Una frase muda llega al ritmo de la bateria cardiaca, un redoble de placer coronado con un crash de dulce agonía. La nube orgásmica se desgaja y llueve cadenciosamente gota a gota. La condición ancestral nos atrapa y queremos ser uno otra vez. Contrarios a la separacion de los átomos, a una explosión megatónica, queremos implotar en un embiste morado. Besas mi pecho y en el solo virtuoso de la piel buscas una tregua en el Orión de mi ombro izquierdo, y busco un punto de fuga en el Geminí de tu espalda, y lo dibujo y lo dibujo con mis manos. Poco a poco, la aceleración nos suspende, las leyes cuánticas se vuelven y se miran unas a otras desconcertadas, se desvanecen en la linea de la canción, we feel up with the noise... y somos la sinrazón perfecta, pintamos signos de admiración labialmente en nuestra superficie, (somos) una luciérnaga en vuelo sin rumbo que incendia la cara oculta de la luna... y la melodia no se va con la respuesta en fade out, más bien nos lleva a notas y notas ascendentes, funde la levedad ( y la probabilidad de un tercero está latente en la danza de los genes nena!) y somos la existencia, la calma, la última cuerda del piano, el último razgueo de la guitarra; la supernova, alfa y omega, la serpiente devorando el final de su cuerpo, el infinito... La música.
domingo, 13 de junio de 2010
I want you (she's so heavy)/Jailhouse blues (movimiento IX)
I want you (she's so heavy)/ Jailhouse blues (movimiento IX)
por Adrián Luna
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