sábado, 17 de diciembre de 2011
Sincretismo visceral
lunes, 12 de diciembre de 2011
Nutella Dream
A propósito del oficio de hacer arte todo los días.
Entrevista a Sr. Chinarro, En su máximo esplendor, Alex D´Averc, Ediciones Rockdelux, 2007.
sábado, 10 de diciembre de 2011
Nutella Dream
Eagleton, Terry, "Una introducción a la teoría literaria", México, FCE, 1983, pág. 22.
miércoles, 7 de diciembre de 2011
Humo
lunes, 28 de noviembre de 2011
Nutella Dream
Por Bernardo Zárate Porcayo
jueves, 24 de noviembre de 2011
Nutella Dream
Nutella Dream
Por Diego Bang Bang
Con los pies descalzos estirados sobre la mesa de centro, Rafael cambia los canales del televisor. En el canal 22, la última señal cultural que se desmorona, encuentra su cara. La cara de ella. Es un programa a manera de mesa redonda. El tema "La Posmodernidad y los Nuevos Relatos". Ella habla sobre la nueva teleserie mexicana: "Lost Corridos Urbanos". Sobretodo, ese capítulo en el que dos investigadores interesados en la obra de Rod Serling se dedican a buscar el capítulo perdido de "La Dimensión Desconocida" en el que el personaje principal es un hombre que despierta en la Gran Tenochtitlán. Más allá de lo interesente de la disertación de Elena, Rafael está impresionado con la seguridad que ella ha ganado en los más de 5 años que lleva sin saber de ella. Y así, con la comida entre los pies, recuerda la plática que sostuvieron hace varios años sobre la crianza de su único hijo en la frontera norte de México.
lunes, 14 de noviembre de 2011
Es Poco
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Guanajuato (Túneles y Callejones de)
Por Diego Bang Bang
Túnel # 1: El flautista huele la humedad del primer túnel. Le gusta la idea de recorrer las entrañas de una ciudad colonial. Piensa en que le gustaría recorrer aquella ciudad con la bailarina exótica. Sostiene con los dedos su instrumento y derrama una lágrima en forma de notas musicales.
Callejón #1: Ella, la bailarina exótica, se mudó hace más de tres meses a aquella ciudad. Busca en su corazón las melodías del problemático flautista. Algunas resuenan en el viento que roza sus mejillas. Con una sutil sonrisa en su rostro, decide bailar su paso favorito en aquel callejón en picada.
Túnel # 2: En este túnel el flautista piensa en la idea de la doble bocacalle. En la trenza que forman las corrientes de aire que corren por él. Decide colocarse en la mitad. Cierra los ojos y siente como esa trenza se tensa en su garganta. En la pantalla interior de su mente, mira a lo lejos a la bailarina. En lo más profundo de su ser ella sigue bailando. Repentinamente, su garganta se anuda muchísimo más.
Callejón # 2: Recargada en una vieja pared, la bailarina mira con nostalgia la marea de gente que pasa sin dar cuenta de ese callejón. Mira las siluetas, parece que bailan. Bailan una pompa fúnebre. Cuando voltea a mirar la arquitectura se da cuenta que también le hace sentir nostálgica. Respira profundamente. Sabe que el flautista debe estar en algún túnel.
Túnel # 3: “Mi música dice que soy un túnel y pocos callejones desembocan aquí. Mucho menos lo hará el callejón de mi amada bailarina.”
Callejón # 3: La bailarina corre por los callejones. Trata de pensar en los callejones más idóneos para la inspiración musical. Sin embargo, se da cuenta de que es un esfuerzo inútil. La música del flautista ya no se escucha en las corrientes del viento. Y ella sabe que él tampoco escucha el golpeteo de los elegantes pasos de ella.
Es triste saber que el túnel no encontró a su callejón. Sólo resta esperar a que el túnel se derrumbe con la historia de la ciudad y que el callejón desaparezca en los pasos de los visitantes.
domingo, 30 de octubre de 2011
Granada-de-fragmentación, presenta:
viernes, 28 de octubre de 2011
Destruir los puentes
Destruir los puentes
Diego Bang Bang
Nunca te lo dije. Esa es la verdad. Siempre me gustó pensar que nos movíamos en la intempestiva adrenalina de un puente muy flojo. Un puente que tambaleaba cuando yo caminaba hacia ti o viceversa. Un puente de marras débiles. Un puente con un pantano debajo. Un puente de madera carcomida. Los besos eran placebos. Nos hacían olvidar el puente, pero el puente era movedizo. Por eso la sensación de caída cada vez que nos comíamos con la mirada o la boca. Por eso la sensación de liviandad.
Y cuando cambiamos de puente, no fue por un puente seguro. Fue un puente de rabia, de casa embrujada. Yo como príncipe desvalido y tú como hada maltrecha. Nos mudamos al puente de los horrores. Porque ese puente también era oscilante. Y cuando pensábamos y mirábamos el otro puente, a lo lejos, parecía un puente tan peligroso e inseguro. Sin embargo, este puente era igual de peligroso. Por eso te dije: “Por favor, no te muevas. El puente se puede caer”. No me hiciste caso y tuvimos que cambiar de puente.
Este puente era más seguro. Más aburrido. Más calmado y más egoísta. Por eso comencé a leer manuales para destruir puentes. Por eso conseguí un poco de glicerina y parafina. Por eso te dije que jugaramos a Burroughs-Vollmer. Por eso te tapé los ojos con una venda y puse un vaso en tu cabeza. Bang. Bang. Y, por eso, después de destrozar el vaso de nuestro amor, te dije que escucharas la sinfonía. Y por eso te agarré de la mano mientras caíamos. Y por eso te dije: “Ojalá disfrutes el éter, mi amor”.
miércoles, 26 de octubre de 2011
#FF Fadanelli´s Fault or Fucking Faggot
