> Arcanum VI: DRAE Personal

jueves, 12 de enero de 2017

DRAE Personal

Por Diego Bang Bang

El siguiente diccionario pretende ser una explicación personal y provisional del caos cotidiano. Por conducto de sus distintas entradas, pensadas como puertos o crepúsculos citadinos, se busca conformar y confirmar una cosmovisión caprichosa. La obra en su totalidad abarca tres apartados: 1) La parte sinóptica; 2) La parte analógica y; 3) La parte alfabética. De ningún modo es excluyente o concluyente a obras del mismo cariz y calado. 

Extracto de la parte alfabética 

Amar tr. En el caso del verbo amar, se permite la tautología a través de la utilización del superlativo. De esta manera, expresiones como "Te amo mucho" y/o "Te amo demasiado" (tautologías en sí y de sí) se permiten para dar un acento diacrítico, en el plano semántico, a la expresión. De hecho, este verbo es el único que sale de las reglas convencionales de la semántica y, de esta forma, permite el barbarismo rayano en la vulgaridad o en la plena ultracorrección. Este diccionario caprichosamente personal entiende de la importancia de amar como verbo encarnado en la cotidianidad. Por ello, no importa la gramática ni la prosodia y, por supuesto, tampoco la retórica en la aplicación de esta palabra.

Atrabesar tr. (De besar para trascender) Imantar las mucosas labiales ha sido a lo largo de la historia una de las cosas más innatas. Reminiscencia del acto fundacional de mamar, besar se presenta como la forma más imponderable de significación al tacto. Conforme pasan los años, el humano, en su insalvable subjetividad y soledad, toma conciencia de la importancia de esta acción. Es decir: se vuelve día con día más necesaria. Para cuando este crescendo implosiona y derrama su sustancia viva, dos acciones habrán de fundirse y modificarán la estructura de pensamiento y la morfología de la lengua. En resumen, se besa para trascender y se atraviesa la vida a base de besos. En ello la vida es irreductible y obcecada. Lo anterior sucede en un pequeño cambio de grafías: la transmigración de la v hacia la otra b

Pasión f. Aunque la palabra pasión contiene la tradicional conformación a través de raíces griegas y latinas, es consabida su utilización semántica de corte romántico. Si bien es cierto que sus cruces semánticos son múltiples y, por momentos, contradictorios: la única constante es su fuerza emotiva. De esta manera, la podemos denominar palabra residente del núcleo emocional y, la mayoría de las veces, motor vivencial de eso llamado vocación. Así pues, la pasión se entiende como la fuerza emotiva para llevar a cabo una vocación. Así, por ejemplo, esa vocación consuetudinaria e indispensable sustantivada en la palabra “amor".

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