> Arcanum VI: El monstruo enamorado III

sábado, 14 de febrero de 2015

El monstruo enamorado III

Por Diego Bang Bang

Nuestra historia estaba perdida entre las extraordinarias narraciones de Edgar Allan Poe. Era una edición barata Porrúa, sin remitente como una botella en mitad del todo. Una historia de revista, de fanzine, una pulp fiction non grata. Una biblia tijuanense sin destino ni remitente.

Comenzó en un patio convertido en pista de baile. Tú bailabas como siempre... como nunca. Tu cabello corto supersónico. Tu segunda piel: unas medias negras. Botas leopardo, botas de espanto. Boca menuda; piernas largas. ¿Popotitos?

La luna pendía completa, ahíta, llena y desbordante. Hombres lobo homosexuales, fantasmas acatrinados, el perseguidor de señales. Un lamento: el canto de un cisne negro. Una azotea en alguna vecindad de la Guerrero. Nosotros no teníamos salones de baile y tampoco las explanadas de barrio. Nosotros éramos azotea... otro día sótano.

El tacón de tus zapatos fue lo primero. El rojo de tus labios el corolario. Mi voluntad anidaba, aquella noche, en un lejano rincón. Rayos de luces serpenteantes, sombras ignotas danzantes. Mis ojos pegados a tu figura. Mis dedos deseosos de la álgida Atlántida. Mi corazón perdido en la ardiente Pompeya. El caleidoscopio sin lente; un pequeño estrobo diletante.

Mi garganta invadida por los ejércitos de Cebada. Mi nariz convertida en cara cortada. El cantrabajo que siempre me recuerda la palabra contrabando. Tus caderas, la locura: la guitarra sin Elvis y sin Vincent. Gene o Price. Pero no cualquier baladronada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario