> Arcanum VI: El monstruo enamorado II

martes, 10 de febrero de 2015

El monstruo enamorado II

Por Diego Bang Bang

Lo único que nos unió fue el terror. Ese terror intrínseco de la existencia anidado en ciertas palabras. Como obliterar.

Nos recuerdo, por ejemplo, tirados en alguna vieja calle de Coyoacán. Con los labios rojos de mordernos tanto. Con las orejas rojas de tanto ron o vodka o bacanora. Un día como tantos en los que inventábamos nombres de taquerías, cantinas y restaurantes. Un día como tantos en los que enlistábamos nuestras palabras favoritas. Más pronto que tarde, caímos en cuenta: nos gustaban por su terror inherente. Tú decías fiambre y entonces contestaba con púas y alambre. A veces decías mierda; otras sangre. Nunca pene o pito o verga. Así sabíamos: el terror no es cosa baladí ni cotidiana. El terror es cosa velada. Humareda convertida en velo de gitana.

El terror, uno de los hilos de Ariadna. Hilo narrativo concluyente en mi aborto a los veintiuno. Oralidad terminante en las babas del Diablo; otrora hilos de la Virgen. O, mejor aún, semillas de la ídem. Semillas consejeras: "TODOS SOMOS ABORTOS, pequeño diego". De alguna u otra forma así es. Abortos sociales diseñados para abortar biológicamente. Terror, terror y más terror.

La luna pende completa, ahíta, llena y desbordante. Algún músico se desangra en una capilla decimonónica. Cansado de perseguir arcoiris, el pariente lejano del caleidoscopio. Mira la luna. Otra vez el terror. Dentro de su palidez, una obertura. Una pompa fúnebre que da paso al obturador que escupe fuego. Una navaja de afeitar se ha quedado atrapada dentro del ojo noctambulo de la luna. Raspa la plata; desangra al conejo.

Los tiempos de vapor ya no permiten monstruos como nosotros. Por eso amarse se ha vuelto una actividad furtiva. El ojo público, con paja incluida, permite el orgullo y la soberbia del enojo. No así la vulnerabilidad del enamorado. El arcano VI es el más extraviado de nuestros días. Me decía una oriental. Por eso nosotros los monstruos vivimos en la aciaga laguna. Alejados/apartados/obliterados. Vivimos en el terror bajo tierra, bajo lava. En el terror de amar. Incansablemente. Indefectiblemente.

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