16) La razón es un trasatlántico batiente que repentinamente toca tierra en
un embarcadero desconocido. La rueca de Átropos se da tiempo para
hilvanar las babas del Diablo. Por supuesto, el cartero no llama dos
veces: a cada reloj de pared le corresponde un huraño pajarito
inquilino. DIY, servidores públicos de Ósculo, inventan la Estación del
Beso en la línea 8 del metro. Algún mamífero en el ártico también se
detiene, hiberna. La máquina de follar
claudica... ¿Y si el corazón dejara de latir... acaso habría vida? DIY,
acólitos de Ósculo, inventan el Beso Zen que no sólo blanquea la mente y
sí también detiene el tiempo. Porque todo es una cuestión de tiempo: la
Espada de Dámocles, la Isla de Filoctetes, el Martirio de Prometeo.
Pero, sobre todo y ante todo, la tortuga que se sincroniza con la flecha
del tierno Cupido. Un Cupido temporalmente como Aquiles. Entonces a DI
se le traba la lengua, porque el trasatlántico de la razón ha topado con
el embarcadero del corazón... que nunca dejará de latir porque siempre
habrá vida. Y así este loop de lapsus erotĭcus y así este loop de lapsus
erotĭcus.
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